La perforación del tímpano puede ser definida como la ruptura de la membrana timpánica, estructura del oído medio que tiene la función de protección y de conducción del sonido.
El tímpano actúa como una barrera protectora que evita la penetración de bacterias, partículas de suciedad u otros materiales externos en el oído medio.
Además de actuar como barrera, el tímpano tiene una función esencial en el proceso de audición. Las vibraciones del tímpano, causada por la presión de las ondas sonoras recibidas del exterior, conducen el sonido hacia el sistema osicular del oído que a su vez convierte las ondas sonoras en impulsos nerviosos.
Cuando el tímpano se daña, el oído medio se encuentra más vulnerable a las infecciones o lesiones y además la audición puede verse afectada.
Síntomas y diagnósticos de la perforación timpánica
Los síntomas principales asociados a la perforación del tímpano son:
- Dolor de oído
- Otorrea (salida de secreción por el oído)
- Pérdida auditiva
- Zumbido en los oídos
- Vértigo
- Náuseas o vómito
La otorrea generalmente está asociada a una infección aguda en el oído medio o infecciones de las vías aéreas superiores.
La pérdida auditiva es en la mayoría de los casos leve y del tipo conductivo. Sin embargo, es importante resaltar que las infecciones recurrentes y al proceso inflamatorio crónico, pueden causar lesiones en el oído interno y en las células ciliadas de la cóclea, provocando pérdida auditiva permanente.
El diagnóstico de la perforación timpánica es esencialmente clínico, es decir, depende del historial clínico del paciente y del examen físico.
En este sentido, la audiometría es un examen importante para evaluar el estado auditivo del paciente. La tomografía del oído ayuda en la evaluación de los huesecillos del oído y en la valoración de posibles procesos inflamatorios asociados al problema.
Causas y tratamientos
Las causas más comunes que provocan la perforación del tímpano son las infecciones en el oído medio (otitis media) y traumas (barotraumatismo).
Las infecciones en el oído pueden provocar una acumulación de líquidos en el oído medio provocando una presión extra que puede causar la rotura del tímpano.
Los sonidos fuertes también pueden provocar un trauma acústico que puede provocar un desgarro en el tímpano.
La introducción de objetos tales como bastoncillos, horquillas u otros objetos pequeños en el oído también pueden causar la perforación de la membrana timpánica
La mayoría de las perforaciones timpánicas se curan solas, sin tratamiento específico. Aunque también es común que el especialista recete antibióticos y analgésicos para prevenir infecciones y aliviar el dolor.
Durante el proceso de curación es importante mantener el oído limpio y seco evitar una complicación del cuadro. También es recomendable evitar sonarse la nariz para no crear presión sobre el tímpano.
Si el desgarro o perforación del tímpano no se cura sola, puede ser necesario una intervención quirúrgica (timpanoplastia) para cerrar la perforación.